Muchos clientes que acuden a mí ya tienen montadas sus redes sociales. Abrirse un perfil de Twitter o Facebook es algo relativamente sencillo (por favor, dejad de crear perfiles personales para marcas en Facebook) y subir fotos apañadas bastante habitual. El momento clave llega cuando el community manager tiene que decidir con qué contenido llenar esas redes. Y ese es el momento del llanto y el rechinar de dientes.
Lo fácil sería que me dijerais «con información sobre la marca». Ay amigos, ¿cuánta información genera vuestra marca? ¿Y durante cuánto tiempo queréis cubrir las redes sociales con ella sin ser cansinos?
Por mucho que vuestra marca sea súper interesante, lo ideal es que compenséis el contenido propio con recomendaciones de contenido ajeno (el famoso content curation). Primero, para no cansar a los seguidores y segundo porque seleccionando artículos que no hayamos escrito nosotros nos erigimos en referentes, nuestros fans, hartos de toda la vorágine de links que ven en Internet a lo largo del día, saben que si miran la línea de tiempo de nuestra marca van a encontrar cosas que les van a gustar.
Si queréis saber más sobre el tema os recomiendo echarle un vistazo a esta charla de Fernando de Córdoba bastante amena en la que explica casos reales. A mí me parece que hace un trabajo excepcional con las marcas que maneja.
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