Tres acortadores de URL que te harán la vida más fácil (y te explico por qué)

Para un usuario de a pie hablarle de un acortador de URLs le puede sonar un poco a chino, sobre todo desde que Twitter ya acorta autamáticamente las direcciones que incluimos en nuestros tuits. Sin embargo, para un profesional puede ser una herramienta muy poderosa, sobre todo porque podemos saber qué clase de persona ha hecho clic en el link: cuál es su navegador, desde dónde nos lee o si lo ha retuiteado.

Un acortador lo que hace es básicamente lo que indica su nombre: hace más cortas las direcciones, por lo que es muy práctico en servicios que cuentan el número de caracteres empleados como Twitter.

Si sois unos fanáticos del control, seguro que este post os va a encantar. Y si lo que os gusta es la estética y pasáis de links-chorizos llenos de letritas y números y muy difíciles de recordar, seguro que también le encontráis utilidad a los acortadores que proponemos.

• Bit.ly: uno de los más veteranos. Te permite consultar las estadísticas de links que no has acortado tú y es perfecto para usarlo en combinación con otros servicios como Buffer o Tweetdeck. Además es posible usarlo en combinación con un dominio que sea tuyo por si quieres personalizarlo hasta el extremo.
• Goo.gl: como siempre, el grab buscador también tiene un servicio para esta necedidad. Las estadísticas no son tan exhaustivas como en el anterior pero es bastante práctico. Además genera un código QR que puedes compartir para molar con otros usuarios.
• Ow.ly: es el acortador por defecto de Hootsuite, uno de los servicios de gestión de redes sociales. Su ventaja es que lo puedes usar en combinación con esta herramienta y las estadísticas que te proporciona son bastante completas. Este sería el único que implicaría pagar por su uso, en el caso en el que decidas contratar uno de los servicios de pago de la plataforma.

Si me preguntáis a mí, yo soy muy fan de Bit.ly, y es el que uso en mi vida profesional. Es cierto que a veces uso alguno de los otros dos pero en casos puntuales (o si necesito molar con un código QR). El único inconveniente que le veo es que si queréis que las estadísticas permanezcan secretas no vais a poder hacerlo, pero siempre os quedará la posibilidad de esperar que vuestras cifras asusten a la competencia.

Creo que es posible que los acortadores caigan en un uso residual solo para los profesionales porque es muy difícil «vender» su utilidad a las personas que solo usan las redes sociales de manera recreativa. ¿Vosotros los habéis utilizado alguna vez?