El marketing birral, una ayuda inestimable para los community managers

Hace muchos años, cuando todos los bloggers madrileños cabíamos en un bar de Malasaña (y no de los grandes) había una broma recurrente en la que decíamos que, frente a las estrategias de marketing viral, lo que hacíamos en las quedadas era marketing birral. Yo creo que esa expresión y ese concepto no ha sido aún superado en social media.

Porque a los community managers se nos llena la boca alabando las bondades de las estrategias para aumentar los fans, pero a la hora de la verdad tenemos que hacer mucho trabajo de conocer a las personas que hay al otro lado del pajarito. No sirve de nada llevar a cabo la mejor campaña publicitaria en Facebook, llenar la página de seguidores si no somos capaces de establecer ese contacto humano que al final es lo que buscan muchos usuarios. Y no me refiero solo a imaginarnos a la persona que hay detrás de cada marca sino a llegar a conectar con esos seguidores para poder ofrecerles un auténtico servicio.

Lo reconozco: cada vez me da más pereza ir a eventos organizados por marcas pero os confesaré una cosa, muchas veces aunque voy medio refunfuñando en mi interior me lo acabo pasando bien y consigo conectar con muchas de las personas con las que interactúo en mi día a día en Internet pero en tres dimensiones. El contacto directo me permite salirme de los 140 caracteres y poder hablar de la vida, de cosas trascendentales, o de otras banales de las que ¿por qué no? Puede salir una oportunidad de colaboración.

Estar junto a otra persona, al calor de una birra no para mí, que sigo con la lactancia cuando los mordiscos de mi bebé me lo permite, es una de las cosas más maravillosas que hay a la hora de poder ser mejor profesional. ¿Sabéis esos expertos que recomiendan el piel con piel para que los bebés se familiaricen con sus madres? Que sepáis que el contacto piel con piel también funciona fantásticamente con adultos.